martes, 24 de noviembre de 2009

Teoría del insulto



“Ante el monólogo del Rafael Correa, los pueblos y nacionalidades, los movimientos sociales de obreros, estudiantes y campesinos, al constatar insultadas sus demandas, su respuesta ha sido la organización y la movilización”.


Según, el Diccionario de la Real Academia de la Lengua española la palabra insultar significa ofender a uno con palabras o acciones.
Insulto es la acción o efecto de insultar, acometimiento o asalto repentino y violento.
He querido hacer una aproximación teórica del insulto, a propósito de lo que ocurre actualmente en el Ecuador en las cadenas sabatinas del Presidente de la República, Rafael Correa.
¿Qué me autoriza en este intento?, el ser al mismo tiempo mandante y demandante por lo que me alejaré lo más que pueda del insulto como hecho político en sí mismo, para desbrozar los desfiladeros del inconsciente del insultador.
Desde el punto de vista psicoanalítico, el discurso del insultador es similar al discurso de la histérica. La histérica, intenta anular al amante convertido en opositor por lo que busca llamar su atención, aún si para aquello ha de descalificarlo e insultarlo. Con ello, por un lado desconoce a quien le proveyó goce sexual, y por otro, reafirma su egocentrismo.
Políticamente el escándalo y el insulto son recursos mediáticos efectivos y eficaces. El insulto no es nuevo en el concierto de la política mundial pues, suele ser utilizado por los políticos que pueden tener muchas ideas pero pocos argumentos para realizarlas.
En el caso del personaje que nos ocupa, es como si inconscientemente dijera: “Bienvenido el mandante siempre y cuando no me refute nada”. Ese y no otro es el lugar del académico tradicional, el lugar del sabelotodo, pero, ¿Quién puede saberlo todo? En su caso, el insulto se entrampa entre lo pseudoacadémico y lo políticamente correcto.
El insulto resulta ser una triada que provoca placer a quien lo profieren, hilaridad a quienes se identifican con tal o cual insulto, y enojo al blanco al cual va dirigido, produciéndose una suerte de espejismo de la palabra. El insulto puede revertirse contra quien lo emite, en una suerte de borramiento pero como dice el dicho popular: “Palabras sacan palabras”, la reacción ante un insulto aunque tardía, es la réplica.
Nadie que yo sepa puede hacer oídos sordos a un insulto, he ahí uno de los orígenes de la violencia verbal. Solo así se explica la incontinencia verbal indiscriminada, la verborrea y el academisismo virulento del gobernante en mención.
“Que se hable no quiere decir que pueda decirse todo, y menos que pueda decirse toda la verdad”, es allí donde el insulto y el insultador falsean, al hacerlo, suman seguidores y detractores. “No hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo resista”, reza también el dicho popular. El insulto celebrado por el insultador, puede convertirse en su incisión, pues el insulto el la posada que alberga la cólera. Parafraseando a Marcel Proust: “En verdad cada insultador, cuando insulta, es el insultador de sí mismo”.
¿Cómo entender que el Presidente Rafael Correa luego de su colección de epítetos e insultos inclusive de corte racista y de resentido social, llame al diálogo a quienes en su momento apoyaron su proyecto político de izquierdas como la UNE y la CONAIE?
El verdadero diálogo no consiste en entender lo que el otro dice sino en atender la demanda de los mandantes. En el verdadero diálogo no importa ya lo que las palabras expresan sino lo que movilizan.
Ante el monólogo del Rafael Correa, los pueblos y nacionalidades, los movimientos sociales de obreros, estudiantes y campesinos, al constatar insultadas sus demandas, su respuesta ha sido la organización y la movilización.
Finalmente, “El insulto es un halago disfrazado”. Éste enunciado, lacanianamente hablando, podría reasumirse así: “Que se diga queda olvidado, tras lo que se dice en lo que se escucha”.
Mucho me temo que tras un insultador profesional como Rafel Correa, haya un autócrata con ínfulas de tirano.

martes, 27 de octubre de 2009

La voz de la mama grande


La voz de la mama grande
Por: José Villarroel Yanchapaxi.
“Tendré los ojos muy lejos
y un cigarrillo en la boca
el pecho dentro de un hueco
y una gata medio loca.”
Charly García
(Cuando ya me empiece a quedar solo)

Conocí a Miche, allá por la década de los 80 de la forma como muchos la conocimos, por intermedio de la radio. Desde sus inicios me impresionó su ronquita voz libertaria y ternurienta, sobretodo cuando cantaba las canciones protesta que animaron a las organizaciones sociales y los movimientos de izquierda, a obreros y sindicatos que se movilizaban en contra de las dictaduras militares en toda América Latina, denunciando a los miles y miles de muertos y desaparecidos en Chile y Argentina, acompañando el dolor de las madres de la Plaza de Mayo, arengando a los estudiantes y a los jóvenes rebeldes y contestatarios.
Antes de la Miche, Violeta Parra, Víctor Jara, y después, Inti Illimani, Quilapayún e Illapu en su Chile natal, recopilaron y crearon canciones de la lírica popular recogiendo las melodías del altiplano chileno. Más tarde junto a la Miche partieron al exilio por el delito de cantarle al pueblo e incitarle a la rebelión.
La canción popular, la trova cubana, la canción social y protesta, también se ancló en el Ecuador. Así aparecieron grupos como Jatari, Taller de Música, Noviembre 15, Pueblo Nuevo, Los Cantores del Pueblo, Illiniza, etc, que en sus inicios rescataron la música folklórica y andina a fin de visibilizar las melodías de los pueblos ancestrales que a pesar de sus ricos contenidos en rítmica y poética habían sido invisibilizados por la élites culturales de oído refinado y de frac. En respuesta a ese intento de genocidio musical al puro estilo de los conquistadores españoles ,aparecieron en los escenarios del Ecuador, América Latina y todo el mundo, el poncho, las alpargatas, los cabellos largos; los instrumentos autóctonos como ocarinas, quenas, zampoñas, rondadores, charangos, tiples, cuatros, bombos y tambores acompañados de la guitarra.
Para la Miche, no había ritmo, poesía o estilo musical que se le esquivara. Milongas, zambas, candombes, chamamés, cuecas, chacareras fusionadas con instrumentos de nuestra América india e instrumentos electrónicos conspiraron sublimemente para realzar su voz telúrica de mama grande.
Siempre solidaria, compartió su canto y su lucha por las causas populares. Su voz llegó a todos los estratos sociales, desde las clases denominadas pudientes a quienes a punte canto y golpetear de su bombo removió conciencias, hasta los más pobres y desposeídos, invitándoles a alzar el puño y liberarse del explotador.
El primer disco que adquirí de la Miche, es un álbum que contiene dos vinilos de 73 rpm grabado en vivo en el Teatro Opera de Buenos Aires en 1982. Lo compré en la disquera JD Feraud Guzman que quedaba al frente del Parque El Ejido de Quito y que suelo escuchar cuando me agarra la resaca, sobretodo la canción titulada “Cuando ya me empiece a quedar solo” de Charly García. Tras la muerte del acetato, vinieron los CDS, especial mención merece un CD en que la Miche canta “Gracias a la vida” con Joan Baez, allá por los años 70.
¿El legado de la miche Sosa? Internacionalizar el folklore argentino y la música latinoamericana en general, trascendiendo ese imaginario de que Argentina solo era Tango y Carlos Gardel, además de su mentalidad abierta al grabar canciones de casi todos los países latinoamericanos, (lástima que no grabara un pasillo ecuatoriano que en su voz y su estilo sonaría a ágape de los dioses) y compartir su voz con las voces de Joan Manuel Serrat, Victor Heredia, Fito Páez, Milton Nascimento, Tereza Parodi, Caetano Veloso, etc, y últimamente con Shakira, Julieta Venegas y Gustavo Cerati.
La voz de la mama grande seguirá retumbando allí donde habite la injusticia y la miseria, seguirá azuzando la utopía de los pueblos en su lucha por la liberación final del sistema opresor capitalista.
Hasta luego Miche Sosa, hasta luego mama grande, hasta lueguito nomás. Rato menos pensado, nos hemos de encontrar para cantar “La milonga del fusilado”.

viernes, 16 de enero de 2009











NOSOTROS LOS DE ESTE LADO DE MUNDO, QUE TAMBIEN SUFRIMOS EL GENOCIDIO POR PARTE DE LOS CONQUISTADORES ESPAÑOLES QUE EXTERMINARON CULTURAS MILENARIAS Y SABERES ANCESTRALES RECHAZAMOS Y CONDENAMOS EL GENOCIDIO FASCITA SIONISTA PEREPETRADO POR ISRAEL APOYADO POR LOS FABRICANTES Y TRAFICANTES DE ARMAS DE LOS ESTADOS UNIDOS Y SUS ALIADOS ASESINOS DE REINO UNIDO Y DE JAPON, CONTRA UN INDEFENSO PUEBLO PALESTINO CUYO UNICO DELITO HA SIDO DARLES UN ESPACIO PARA QUE HOY LOS SIONISTAS CUAL PERROS HAMBRIENTOS MUERDAN LA MANO DE QUIEN LES DA DE COMER.




EXIGIMOS QUE GEORGES W. BUSH Y EL PRIMER MINISTRO DE ISRAEL SEAN JUZGADOS POR LA CORTE PENAL INTERNACIONAL Y QUE EL GOBIERNO DEL ECUADOR PRESIDIDO POR RAFAEL CORREA DELGADO MANDE A SU CASA AL EMBAJADOR DE ISRAEL EN EL ECUADOR.




¡VIVA LA NUEVA INTIFADA!