miércoles, 24 de septiembre de 2008

La privatización de la cultura



“Cuando en el arte interviene la ideología se pierde la estética”, es una frase frecuentemente utilizada por la cultura burguesa.
Jacques Emile Lacan, Psicoanalista francés sostenía: El Sujeto está atravesado por la palabra. En mi apreciación ningún ser humano puede escapar a una ideología, aun en la pretensión de declararse apolítico o ateo, o si cayese víctima de la estulticia.
¿Alguien se atrevería a negar por ejemplo, que el arte religioso de la escuela quiteña tiene un alto contenido ideológico y neocolonial?
Empresa difícil cuando no imposible es definir la belleza pues: ¿Quién podría tener la balanza exacta de lo que es la estética?
El arte es una de las formas de producción del ser humano y el acto creativo la manifestación del contenido espiritual e intelectual para aprehender la realidad y recrearla.
La frase antes citada es una negación de la contradicción en la que incurre la cultura burguesa al no considerar arte aquella obra que no entre en los cánones estéticos preestablecidos por los dictámenes de lo que se conoce como “alta cultura”, peor aún si la obra tiene un contenido ideológico de izquierda tal como sucedió con la canción: “Patria tierra sagrada”, que en los últimos días los grandes medios de comunicación se empeñaron en identificarla como si fuera de Rafael Correa, olvidándose que la autoría es de Patricio Carpio y que fue escrita en 1987.
Lo que en realidad está detrás de esta afirmación es nada más ni nada menos la intención de privatizar la cultura, para ello se trata de desvalorizar las manifestaciones de la cultura popular minimizándolas a la categoría de un simple souvenir o de mero folklore y permitir la penetración de culturas ajenas (transculturación) como el Halloween o el día de Acción de gracias celebrados por los norteamericanos. En el caso del Ecuador, al ciudadano se le ha privado el acceso al arte, la cultura y la literatura, influenciada en su momento por los “conceptos estéticos” provenientes de Francia, Inglaterra, España y actualmente los EEUU. Históricamente, las élites políticas y económicas, sabedoras que el arte y la cultura de alguna manera determina e influye en los mecanismos del pensar de los pueblos, la han manejado fieles a los dictámenes de la propiedad privada, pues en su concepto el arte cuyo valor agregado es la originalidad, la autenticidad y su propensión a la universalidad vale tanto y en cuanto sea mercancía. Para ello, actualmente se crean fundaciones como la del Teatro Bolívar o la del Teatro Sucre auspiciados por el Municipio de Quito y dirigidas por Julio Bueno o los hermanos Mora..
Recientemente uno de los poemas mas relevantes de la cultura popular ecuatoriana: “Boletín y elegía de la mitas”, escrito por el poeta quiteño César Dávila Andrade en el que se revela la explotación, el sometimiento de la iglesia por la cruz y la espada, la violación a las mujeres indígenas por parte de los terratenientes, la realidad lacerante del mundo andino, es mostrado justamente en uno de los monumentos de la cultura burguesa que es el Teatro Sucre al cual solo pueden asistir señores vestidos de frac negro y señoras de abrigo, vestido largo y tacones, mas no la clase popular, los indígenas, los campesinos, sobre quienes Dávila escribe.
Es de prever que la Asamblea Nacional Constituyente a realizarse en Montecristi, de una buena vez en la Historia del Ecuador diseñe políticas culturales que logren desprivatizar la cultura, que permita que los espacios públicos, las calles, los partes, las plazas y los malecones sean el lugar a donde converjan músicos, juglares, pintores, titiriteros, teatreros, danceros, etc, que se promueva un verdadero proceso de democratización de la cultura convirtiéndola, como sería de desear que sea parte de la canasta básica de los ecuatorianos.
El reto de los artistas populares por su parte es tomarse el espacio público y echar abajo conceptos, cánones y definiciones de la cultura burguesa. El cometido es hacer un arte nacionalista, progresista y revolucionario que trasciende las fronteras y que grite al mundo lo que acontece en Latinoamérica.
José Villarroel Yanchapaxi

2 comentarios:

Unknown dijo...

Sr psicoanalista de la Catolica y magister en cultura de la Andina, su articulo sobre cultura deja clara su incultura (con el debido respeto a los antropologos que dicen que todo es cultura, hasta la in y acultura).

En una de sus perlas, Ud. dice: "¿Alguien se atrevería a negar por ejemplo, que el arte religioso de la escuela quiteña tiene un alto contenido ideológico y neocolonial?". Claro que tiene un contenido ideologico, pero mas que este, dogmatico, y, en cuanto a lo NEOCOLONIAL, mas bien y plenamente COLONIAL. (que no metropolitano, pues en tanto ellos disfrutaban del Renacimiento y humanismo, a nosotros nos tenian en el oscurantismo medieval de su escolastica y en la iconoclastia aburrida llamada Escuela Quiteña). El NEOCOLONIALISMO es una politica imperialista posterior a la Segunda Guerra Mundial y a la desaparicion de los imperios coloniales que encabezaba Inglaterra.

Mas adelante Ud. dice: "El arte es una de las formas de producción del ser humano". Siendo Ud. un ortodoxo estalinista, deberia ser mas preciso, pues ha olvidado que FORMAS DE PROUCCION o modos de produccion son: el esclavismo, feudalismo, capitalismo, etc, etc., el arte es una actividad, disciplina o fenomeno humano (tambien los animales -y antes que nosotros- los practican y no los hemos logrado superar en musica, danza, escultura y arquitectura especialmente. solo imagine nuestro pobre arte del camuflaje y el de ellos), tambien se entiende por arte el producto u objeto de esta actividad. Ahora bien, si lo que usted quiso decir es que el arte es una actividad como cualquier otra y que no debe ser endiosado, pues digalo asi, de otra forma sus culteranismos pueden parecer ignorancia.

Una cumbre de sus acertos es esta: "peor aún si la obra tiene un contenido ideológico de izquierda tal como sucedió con la canción: “Patria tierra sagrada”, que en los últimos días los grandes medios de comunicación se empeñaron en identificarla como si fuera de Rafael Correa, olvidándose que la autoría es de Patricio Carpio y que fue escrita en 1987". Nada que hacer; la web aguanta todo!!! Este himno fue escrito por Manuel Maria Sanchez y la musica es de uno de nuestros mayores artistas, Sixto Maria Duran. Y no fue escrito en 1987, sino antes de 1913, y nunca fue una cancion de izquierda (revise con algo de atencion el texto), fue un himno patriotico escolar, hermoso, pero nada mas.

"la realidad lacerante del mundo andino, es mostrado justamente en uno de los monumentos de la cultura burguesa que es el Teatro Sucre". Rueda de molino que no se la traga ni un hipopotamo. De gana pretendemos hacer ideologia de una fanesca de mentiras. Cualquiera de su edad sabe que el Sucre no tiene un signo de clase hace decadas. Ud. habla prejuiciadamente. Ni la obra (Boletin y elegia de las mitas), ni los organizadores, los ejecutantes y peor aun, el publico, tuvo la connotacion burguesa a la que Ud. forza su "analicis".

Es por periodistas como Ud., sicoanalista-magister en cultura, que el presidente exige que se mejore la educacion, especialmente la superior, y que el periodismo supere su mediocridad.

Unknown dijo...

Don Jose:
Después de leer 3 de sus artículos y de señalarle las imprecisiones, por no decir crasos errores cometidos en ellos , como dejar sin su morlaca patria chica a César Dávila Andrade, haciendolo pasar en cambio por chulla quiteño (!) ; creo mi deber solidario y comprometido con la opinión publica, sugerirle a usted que mejor seria que se dedique al psicoanálisis, pues ahí encontrara altos réditos económicos con las personas que buscan resolver sus conflictos -son tantos- con formulas metafísicas hace bastante tiempo refutadas por la psicología moderna y deje el periodismo a personas serias que lo realicen -son tan pocos!- con profesionalismo. De mi lado, ya no perderé mas el tiempo. Hasta nunca!